Reseña y Crítica de "Supernatural" - Temporada 8
"Supernatural", la emblemática serie creada por Eric Kripke, ha mantenido su estatus de culto desde su debut en 2005. En su octava temporada, que se emitió entre 2012 y 2013, la serie continúa explorando los oscuros recovecos del folclore y la mitología, mientras sigue las peripecias de los hermanos Winchester, Sam y Dean, interpretados magistralmente por Jared Padalecki y Jensen Ackles. Esta temporada se destaca por su intento de profundizar en la mitología central, a la vez que se enfrenta a la evolución de los personajes y sus relaciones.
La trama de la temporada 8 se centra en las repercusiones de la última batalla con el infierno y el regreso de un nuevo antagonista: el Profeta Kevin Tran y la búsqueda de la forma de cerrar las puertas del Infierno. La historia se enriquece con la introducción de elementos como la búsqueda de la "Tabla de los Demonios" y la exploración de los efectos del Purgatorio, lo que añade una capa de complejidad a las narrativas ya intrincadas de la serie.
Uno de los puntos fuertes de esta temporada es el desarrollo de los personajes. Sam y Dean enfrentan no solo amenazas externas, sino también sus propios demonios internos. La relación entre los hermanos se pone a prueba de maneras inesperadas, reflejando las luchas personales que cada uno enfrenta. La serie logra equilibrar momentos de tensión con toques de humor, algo que ha sido una de sus características distintivas. Los episodios "Hunteri Heroici" y "Bitten" son ejemplos perfectos de cómo la serie puede mezclar el horror con la comedia, ofreciendo episodios memorables que se mantienen en la mente del espectador.
Sin embargo, la temporada 8 también tiene sus altibajos. Algunos episodios pueden sentirse un poco dispersos y, en ciertas ocasiones, la narrativa principal sufre de un ritmo desigual. La introducción de nuevos personajes, como el ángel Metatron, añade emoción, pero también puede resultar confusa para aquellos que no están tan familiarizados con el trasfondo de la serie. Aunque la serie siempre ha jugado con la idea de la diversidad de criaturas y mitos, en esta temporada, a veces parece que se pierde un poco el enfoque en lo que ha hecho a "Supernatural" tan cautivadora desde el principio.
Visualmente, la serie continúa deslumbrando. La cinematografía es impresionante, y la dirección de algunos episodios, como "As Time Goes By", muestra una madurez que resalta el crecimiento de los creadores a lo largo de los años. La banda sonora, que ha sido otro pilar de la serie, sigue siendo un complemento perfecto para la atmósfera oscura y melancólica que caracteriza a "Supernatural".
En conclusión, la temporada 8 de "Supernatural" es un viaje emocionante que, aunque presenta algunos tropiezos, logra mantener la esencia de la serie. Los hermanos Winchester siguen siendo un símbolo de lealtad y sacrificio, y su lucha contra las fuerzas del mal es tan cautivadora como siempre. Para los fans de la serie, esta temporada es una adición válida a la rica mitología de "Supernatural", y para los nuevos espectadores, puede ser una puerta de entrada a un mundo donde el horror y la esperanza coexisten. Sin duda, "Supernatural" sigue siendo un referente en el género de fantasía y terror en la televisión.