Reseña y Crítica de la Temporada 3 de "Goliath" (2016)
La tercera temporada de "Goliath", la serie creada por David E. Kelley y Jonathan Shapiro, continúa desafiando los límites del drama legal. Protagonizada por el carismático Billy Bob Thornton en el papel de Billy McBride, un abogado caído en desgracia, esta entrega mantiene la esencia de sus predecesoras mientras introduce nuevos elementos que profundizan la narrativa y el desarrollo de personajes.
En esta temporada, McBride se encuentra inmerso en un caso que involucra a una poderosa corporación farmacéutica, lo que plantea cuestiones sobre la ética en la industria de la salud y el impacto de las decisiones corporativas en la vida de las personas. Este nuevo enfoque no solo actualiza la relevancia de la serie en un contexto contemporáneo, sino que también permite explorar temas como la justicia social y la lucha del individuo contra un sistema opresor.
La escritura de esta temporada es notable por su agilidad y por la habilidad de tejer tramas complejas que mantienen al espectador al borde de su asiento. Los giros inesperados y las revelaciones impactantes son una constante, lo que asegura que la atención del público se mantenga a lo largo de los ocho episodios. Además, el guion está impregnado del humor oscuro característico de la serie, que alivia la tensión y añade un matiz de humanidad a los personajes.
Billy Bob Thornton ofrece una actuación magistral, consolidando su lugar como uno de los mejores actores de su generación. Su interpretación de McBride se siente cada vez más matizada, mostrando la vulnerabilidad y la determinación que lo definen. A su lado, el elenco secundario, que incluye a la talentosa Nina Arianda y a la poderosa Ana de la Reguera, complementa perfectamente la narrativa con actuaciones convincentes que enriquecen la historia.
Visualmente, la serie continúa destacando por su cinematografía estilizada, que captura la esencia de Los Ángeles y los contrastes entre el lujo y la decadencia. La dirección es sólida, y cada episodio se siente como una pieza bien ensamblada, con una producción que respalda la narrativa sin distraer de ella.
Sin embargo, algunos críticos han señalado que, aunque la temporada es entretenida y está bien ejecutada, en ciertos momentos puede sentirse predecible, especialmente para aquellos que han seguido el género de drama legal durante años. A pesar de esto, "Goliath" logra mantenerse fresca gracias a su enfoque audaz y a la profundidad de sus personajes.
En conclusión, la tercera temporada de "Goliath" es una poderosa adición a la serie, que reafirma su relevancia en el panorama televisivo actual. Con actuaciones sobresalientes, una trama intrigante y un comentario social pertinente, esta temporada no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre temas críticos en nuestra sociedad. Sin duda, es una experiencia que no querrás perderte.