Reseña y Crítica de la Temporada 3 de "Élite" (2018)
La tercera temporada de "Élite", la exitosa serie española de Netflix, llega con la promesa de cerrar las tramas que han mantenido a los espectadores al borde del asiento desde su estreno. Creada por Carlos Montero y Darío Madrona, la serie sigue las vidas de un grupo de estudiantes en la exclusiva escuela privada Las Encinas, donde la riqueza, el poder y los secretos oscuros chocan en un entorno lleno de tensión y drama.
Desde su primera temporada, "Élite" ha capturado la atención del público gracias a su mezcla de intriga, romance y conflictos sociales. En esta tercera entrega, la serie profundiza en las consecuencias de los eventos traumáticos que han marcado a sus personajes, especialmente el asesinato de Polo y la búsqueda de justicia que se cierne sobre ellos. Con un guion ágil y lleno de giros inesperados, la temporada se siente más madura y reflexiva, aunque no carece de la esencia provocadora que la ha caracterizado.
Uno de los puntos más destacados de la temporada es el desarrollo de los personajes. La complejidad emocional de figuras como Samuel, Guzmán y Ander se explora de manera más profunda, mostrando no solo sus luchas personales, sino también las dinámicas de amistad y rivalidad que los unen y separan. La serie se atreve a abordar temas como la homosexualidad, la violencia y la búsqueda de identidad, lo que la convierte en un reflejo de la juventud contemporánea.
Visualmente, "Élite" sigue siendo un festín para los sentidos. La cinematografía es elegante y estilizada, con una paleta de colores vibrantes que complementa la intensidad de la narrativa. Las escenas de fiesta y las interacciones entre los personajes están perfectamente coreografiadas, creando una atmósfera que resulta tanto glamorosa como peligrosa.
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos espectadores han señalado que, en su afán por mantener la tensión, ciertos giros argumentales pueden sentirse forzados. En ocasiones, los conflictos parecen repetirse, lo que puede restar frescura a la historia general. A pesar de esto, la química entre los actores y la habilidad del guion para mantener el interés hacen que la mayoría de las tramas sean lo suficientemente cautivadoras como para sobrellevar estos momentos de debilidad.
En resumen, la tercera temporada de "Élite" logra ofrecer un cierre satisfactorio a las historias de sus protagonistas, aunque no sin algunas inconsistencias. A través de su cautivadora narrativa y su enfoque en temas relevantes, la serie sigue siendo una de las producciones más intrigantes de la plataforma, manteniendo su estatus como un fenómeno cultural entre la juventud. Con un final que invita a la reflexión, "Élite" reafirma su lugar en el panorama audiovisual contemporáneo, dejando a los espectadores con ganas de más.