Reseña y Crítica de "El cuento de la criada" - Temporada 2 (2017)
La segunda temporada de "El cuento de la criada", basada en la novela homónima de Margaret Atwood, se adentra aún más en la distopía opresiva de Gilead, donde los derechos de las mujeres han sido abolidos y la fertilidad se ha convertido en un bien preciado. Estrenada en 2017, esta temporada profundiza en las luchas y el sufrimiento de sus personajes, especialmente de June Osborne (interpretada magistralmente por Elisabeth Moss), quien se convierte en un símbolo de resistencia ante la tiranía.
Desde el primer episodio, la serie mantiene su tono sombrío y su atmósfera inquietante, pero en esta temporada, el desarrollo narrativo se siente más arriesgado. La historia no solo se centra en la perspectiva de June, sino que también explora las vidas de otras criadas y mujeres en Gilead, ofreciendo una visión más amplia de la opresión sistémica que sufren. Este enfoque diversificado permite que la serie se aleje de ser simplemente un relato de supervivencia individual para convertirse en un comentario social sobre la lucha colectiva contra la opresión.
La dirección de la temporada, a cargo de un conjunto de talentosos directores como Reed Morano y Floria Sigismondi, logra capturar la tensión y el horror de la realidad de Gilead, utilizando una cinematografía que combina la belleza estética con la brutalidad del contenido. Los colores apagados y las composiciones cuidadas contrastan con las escenas de violencia y desesperación, creando una experiencia visual impactante que resuena emocionalmente con el espectador.
Uno de los aspectos más destacables de esta temporada es la evolución de los personajes. June, que al inicio se presenta como una víctima, comienza a mostrar signos de resistencia y desafío, lo que la convierte en una figura más compleja y multidimensional. Además, personajes como Serena Joy (Yvonne Strahovski) y la comendadora (Ann Dowd) son explorados en profundidad, revelando sus propias luchas internas y motivaciones, lo que añade matices a su antagonismo.
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos espectadores han señalado que la narrativa puede volverse repetitiva, con episodios que se sienten alargados y que a veces carecen de una dirección clara. A pesar de los momentos impactantes y las revelaciones emocionales, ciertos arcos argumentales pueden parecer estancados, lo que podría generar frustración en algunos seguidores.
En conclusión, la segunda temporada de "El cuento de la criada" se erige como una obra poderosa y provocadora que explora los temas de la resistencia, la opresión y la lucha por la libertad en un mundo distópico. A través de la actuación sobresaliente de su elenco y una dirección visualmente impactante, la serie logra mantener su relevancia y resonancia en el contexto social actual. Aunque presenta algunos tropiezos narrativos, su capacidad para provocar reflexión y discusión sobre los derechos de las mujeres y la libertad individual la convierte en una serie imprescindible. Sin duda, "El cuento de la criada" continúa siendo un espejo inquietante de las realidades contemporáneas, dejando al espectador reflexionando mucho después de que los créditos finales han pasado.