Reseña y Crítica de "Cómo defender a un asesino" - Temporada 6
La serie "Cómo defender a un asesino" (How to Get Away with Murder), creada por Peter Nowalk y producida por Shonda Rhimes, ha sido un pilar del drama legal desde su estreno en 2014. La sexta y última temporada, que se emitió en 2019, cierra con broche de oro una historia llena de giros, traiciones y profundos dilemas morales.
En esta temporada, nos encontramos nuevamente con Annalise Keating, interpretada magistralmente por Viola Davis, cuya complejidad emocional y profesional se despliega de manera impactante. La narrativa se adentra en el pasado y en las consecuencias de las decisiones tomadas por Annalise y sus estudiantes, quienes han estado atrapados en un ciclo de crímenes y justificaciones. La serie mantiene su sello distintivo de flash-forwards y flashbacks, lo que permite a los espectadores conectar los puntos de una trama intrincada y, a veces, confusa.
Uno de los mayores logros de esta temporada es su habilidad para profundizar en los personajes. Cada uno de los estudiantes de Annalise enfrenta sus propios demonios, y el desarrollo de personajes como Michaela, Connor y Asher es notable. La serie explora temas de identidad, culpabilidad y redención, lo que añade una capa de profundidad emocional que resuena con el público.
La temporada también aborda cuestiones sociales y políticas, incluyendo la brutalidad policial y la injusticia racial, lo que la convierte en un reflejo relevante de la actualidad. Annalise se convierte en un símbolo de resistencia, y su lucha por la verdad y la justicia es inspiradora, aunque a menudo dolorosa. El guion, cargado de diálogos intensos y momentos de gran tensión, mantiene a los espectadores al borde de sus asientos.
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos fans señalaron que ciertos giros narrativos se sentían forzados, y que la serie, en su afán por sorprender, a veces sacrificaba la coherencia narrativa. A pesar de esto, el cierre de la historia, que se revela como un viaje hacia la redención y la aceptación, ofrece un desenlace satisfactorio y emocionalmente resonante.
Visualmente, la serie continúa con su estética pulida y cinematográfica, combinando una dirección elegante con una banda sonora poderosa que realza las emociones de cada escena. Las actuaciones son, como siempre, un punto fuerte, con Viola Davis liderando un elenco talentoso que brilla en cada momento.
En resumen, la sexta temporada de "Cómo defender a un asesino" es un viaje emocional que encapsula la esencia de la serie: un thriller legal que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión. Aunque algunos aspectos narrativos puedan no haber satisfecho a todos los fans, el legado de la serie como una exploración audaz de la moralidad y la justicia perdura. Es un final que, aunque agridulce, deja una impresión duradera en la audiencia, recordándonos las complejidades de la vida y la lucha por la verdad.
