Reseña y Crítica de "Cómo defender a un asesino" - Temporada 3
La tercera temporada de "Cómo defender a un asesino" (How to Get Away with Murder), creada por Pete Nowalk y producida por Shonda Rhimes, continúa su camino intrigante y lleno de giros inesperados. Estrenada en 2016, esta temporada mantiene el ritmo frenético y la tensión que caracterizan a la serie, pero también se permite profundizar en el desarrollo de sus personajes, lo que la convierte en un capítulo crucial dentro de la narrativa global.
Desde el primer episodio, los espectadores se ven arrastrados de nuevo al mundo de Annalise Keating, interpretada magistralmente por Viola Davis, quien sigue enfrentándose a los fantasmas de su pasado mientras lidia con los efectos devastadores de los acontecimientos de la temporada anterior. La serie no se detiene en los clichés de la narrativa de juicios; en cambio, ofrece una exploración más profunda de la moralidad, la culpa y el poder. La trama se entrelaza con flashforwards que mantienen la tensión y el suspenso, algo que se ha convertido en la firma de la serie.
Uno de los aspectos más destacados de esta temporada es la evolución de los personajes secundarios. La complejidad de los "Keating Five" —Connor, Michaela, Asher, Laurel y Oliver— se desarrolla de manera significativa. Cada uno de ellos enfrenta sus propios demonios y decisiones difíciles, lo que añade capas de intriga y profundidad emocional. La serie desafía constantemente las percepciones del bien y el mal, haciendo que el espectador se cuestione sobre la naturaleza de la justicia.
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos episodios pueden sentirse un poco estirados, y algunos giros argumentales, aunque impactantes, pueden parecer forzados o poco satisfactorios para quienes buscan una narrativa más coherente. A pesar de esto, la habilidad de la serie para mantener su ritmo y su capacidad para sorprender a la audiencia es digna de reconocimiento.
El guion, lleno de diálogos afilados y conmovedores, es un testimonio del talento de su equipo de escritores. La dirección es igualmente efectiva, capturando la tensión y el drama en cada escena. La cinematografía y la banda sonora ayudan a crear una atmósfera envolvente que mantiene a los espectadores al borde de sus asientos.
En conclusión, la tercera temporada de "Cómo defender a un asesino" ofrece un viaje emocionante y emocional que explora la complejidad de sus personajes y las ramificaciones de sus decisiones. Aunque puede haber algunos tropiezos en el camino, la serie sigue siendo un referente en el género del drama legal. Viola Davis, como siempre, brilla en su papel, y su actuación es un recordatorio del poder de la narrativa en la televisión contemporánea. Sin duda, esta temporada deja a los espectadores ansiosos por más, a medida que se acerca el desenlace de la serie.