Chicago P.D. Temporada 7

1		Duda
2		Bienes
3		Familia
4		Infección (3)
5		Cuidar al hermano
6		Falso positivo
7		Informante
8		Sin arrepentimiento
9		Absolución
10		Piedad
11		Episodio 11
12		Más vale malo conocido
13		Yo estuve aquí
14		Centro de masa
15		La carga de la verdad (2)
16		Violencia doméstica
17		Antes de la caída
18		Líneas
19		Secretos sepultados
20		El silencio de la noche

Reseña y Crítica de "Chicago P.D." – Temporada 7

"Chicago P.D." ha logrado consolidarse como una de las joyas del universo policial de la televisión moderna desde su estreno en 2014. La séptima temporada, que se emitió entre 2019 y 2020, continúa explorando las complejidades del crimen en la ciudad de Chicago, con un enfoque renovado en la moralidad y la ética dentro de las fuerzas del orden.

La temporada abre con una intensidad palpable, dejando a los espectadores al borde de sus asientos. Los personajes principales, liderados por el carismático pero atormentado Hank Voight (Jason Beghe), enfrentan desafíos tanto personales como profesionales. La trama se adentra en situaciones que ponen a prueba su lealtad y su sentido de justicia, lo que proporciona un amplio espectro de dilemas morales que son tanto intrigantes como relevantes en el contexto social actual.

Uno de los puntos más destacados de esta temporada es el desarrollo del personaje de Hailey Upton (Tracy Spiridakos). Su evolución de detective a miembro esencial del equipo se siente orgánica y bien construida. La dinámica entre ella y Voight añade una capa de tensión emocional, ya que ambos deben aprender a confiar el uno en el otro mientras navegan por un mundo lleno de corrupción y violencia.

La serie también aborda temas candentes como el uso excesivo de la fuerza, la brutalidad policial y los efectos del racismo sistémico, lo que hace que "Chicago P.D." no solo sea una serie entretenida, sino también un comentario social pertinente. A través de su narrativa, la serie invita a la reflexión sobre los límites de la ley y el papel de los agentes del orden en la sociedad moderna.

Los episodios están llenos de giros inesperados y un ritmo vertiginoso, lo que mantiene a los espectadores enganchados. Sin embargo, algunos críticos han señalado que, en su afán por mantener la tensión, la trama puede caer en clichés del género. A pesar de esto, la actuación del elenco principal y su química en pantalla logran salvar incluso los momentos más predecibles.

La producción sigue siendo de alta calidad, con una cinematografía que captura la esencia de Chicago y una banda sonora que complementa perfectamente el tono de la serie. Los casos que se abordan son variados y, aunque algunos pueden parecer episodios de "relleno", todos contribuyen al arco general de los personajes.

En conclusión, la séptima temporada de "Chicago P.D." reafirma la capacidad de la serie para entrelazar entretenidos casos de crimen con temas sociales profundos. A medida que los personajes enfrentan sus demonios internos y las realidades del trabajo policial, los espectadores se ven obligados a cuestionar qué significa realmente hacer justicia. Con un final de temporada que deja muchas preguntas sin respuesta, "Chicago P.D." sigue siendo un referente obligado para los amantes del drama policial.