Reseña y Crítica de "Black Mirror" - Temporada 5 (2019)
"Black Mirror" es una serie antológica que ha desafiado las percepciones de la tecnología y su impacto en la sociedad desde su debut en 2011. Con su tercera y cuarta temporada marcando un auge en la popularidad y el reconocimiento crítico, la quinta entrega, lanzada en 2019, se presenta como un retorno a la esencia más íntima y reflexiva de la serie, aunque con resultados mixtos.
La temporada 5 consta de tres episodios: "Striking Vipers", "Smithereens" y "Rachel, Jack and Ashley Too". Cada uno de ellos explora diferentes facetas de la relación entre los humanos y la tecnología, aunque con un enfoque más centrado en las emociones y las interacciones personales que en las distopías tecnológicas que caracterizaron episodios anteriores.
"Striking Vipers" es quizás el episodio más audaz de la temporada, planteando preguntas sobre la identidad y la sexualidad a través de un videojuego de realidad virtual. La narrativa se entrelaza entre la amistad y la atracción, desafiando las normas de las relaciones modernas. La actuación de Anthony Mackie y Yahya Abdul-Mateen II es excepcional, brindando una profundidad emocional que resuena con el espectador. Sin embargo, algunos críticos argumentan que el episodio podría haber explorado más a fondo las implicaciones de su premisa, dejándola en un estado de ambigüedad que puede frustrar a ciertos espectadores.
"Smithereens", protagonizado por Andrew Scott, es un comentario mordaz sobre la adicción a las redes sociales y la desconexión emocional que puede resultar de la omnipresencia de la tecnología en nuestras vidas. La tensión se mantiene a lo largo del episodio, mientras el protagonista toma a un conductor de Uber como rehén en una trama que se siente inquietantemente plausible. Sin embargo, el enfoque en la crítica social, aunque potente, puede parecer superficial para aquellos que buscan una narrativa más elaborada. A pesar de esto, la actuación de Scott es digna de elogio y aporta una humanidad necesaria a la historia.
Por último, "Rachel, Jack and Ashley Too" presenta una mirada al fenómeno de las celebridades y el control que la industria puede tener sobre sus vidas. La inclusión de Miley Cyrus como una estrella pop atrapada en un mundo de manipulación y explotación es un comentario interesante sobre la imagen pública y la autenticidad. La mezcla de drama y elementos de ciencia ficción es entretenida, aunque algunos críticos sostienen que el episodio se siente más como un comentario social que una historia completamente desarrollada.
En términos de producción, la temporada mantiene el alto nivel visual que caracteriza a "Black Mirror", con una cinematografía impresionante y una dirección cuidadosa que logra capturar la atmósfera inquietante de cada episodio. Sin embargo, la brevedad de la temporada de solo tres episodios deja a muchos fanáticos deseando más, y algunos pueden sentir que la serie ha perdido parte de su impacto original al centrarse en historias más personales en lugar de las distopías tecnológicas más provocativas.
En conclusión, la temporada 5 de "Black Mirror" ofrece una exploración más emocional y menos técnica de su temática central, lo que puede ser tanto un punto a favor como en contra. Aunque algunos episodios pueden dejar a los espectadores con más preguntas que respuestas, la serie sigue siendo un referente en la narrativa contemporánea sobre la tecnología y su impacto en la humanidad. Mientras que algunos fans pueden anhelar las tramas más oscuras y complejas de temporadas anteriores, esta entrega demuestra que "Black Mirror" aún tiene mucho que ofrecer en términos de reflexión y crítica social.