Reseña de la Temporada 2 de Big Sky (2020)
"Big Sky", la serie creada por David E. Kelley, regresó con su segunda temporada en el año 2021, continuando con su mezcla intrigante de misterio, drama y giros inesperados. Ambientada en la impresionante belleza de Montana, la serie sigue a dos detectives privados, Cassie Dewell (Kylie Bunbury) y Jenny Hoyt (Kathryn Winnick), mientras intentan resolver casos de desapariciones en una región marcada por sus paisajes majestuosos pero también por oscuros secretos.
La temporada 2 se adentra más en la complejidad de los personajes, presentando nuevos antagonistas que elevan la tensión y el suspenso. Uno de los puntos más fuertes de esta temporada es la incorporación de nuevos personajes, como el enigmático y peligroso "Wolf" (interpretado por el talentoso actor de origen australiano, John Carroll Lynch), quien aporta una nueva dimensión a la narrativa. La dinámica entre los personajes principales también se profundiza, lo que permite explorar sus motivaciones y relaciones de manera más rica.
El argumento de la temporada se centra en una serie de misteriosas desapariciones que se entrelazan con la vida personal de Cassie y Jenny, creando un efecto de tensión constante. La serie logra mantener un ritmo ágil, alternando entre momentos de acción trepidante y escenas más íntimas que permiten a los espectadores conectarse emocionalmente con los personajes.
Visualmente, la serie sigue siendo un deleite, con la cinematografía capturando la belleza natural de Montana, lo que contrasta de manera efectiva con la oscuridad de la trama. La música y la ambientación también juegan un papel crucial en la creación de la atmósfera tensa y envolvente que caracteriza a "Big Sky".
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos espectadores señalaron que, aunque la trama es intrigante, en ocasiones puede sentirse un poco estirada, con ciertas subtramas que no logran el mismo nivel de interés que la narrativa principal. Además, algunos giros argumentales pueden parecer predecibles para los seguidores del género, lo que resta un poco de sorpresa al desarrollo de la historia.
En conclusión, la segunda temporada de "Big Sky" se presenta como una sólida continuación de la serie, con personajes bien desarrollados, una narrativa emocionante y una producción visualmente atractiva. A pesar de algunos altibajos en la trama, logra mantener al espectador enganchado y ansioso por descubrir los secretos que se esconden en las vastas y misteriosas tierras de Montana. Sin duda, es una serie que merece la pena seguir para aquellos que disfrutan de los thrillers psicológicos y los misterios criminales.