Reseña y crítica de "Big Little Lies" - Temporada 1 (2017)
"Big Little Lies", creada por David E. Kelley y basada en la novela homónima de Liane Moriarty, se erige como una de las series más impactantes y cautivadoras de 2017. Ambientada en la pintoresca ciudad costera de Monterey, California, la serie entrelaza las vidas de un grupo de mujeres cuyas existencias aparentemente perfectas esconden oscuros secretos y tensiones latentes.
La trama gira en torno a Madeline (Reese Witherspoon), Celeste (Nicole Kidman) y Jane (Shailene Woodley), quienes establecen una amistad mientras sus hijos asisten a la misma escuela. A medida que se desarrolla la historia, se revelan las luchas personales de cada una: Madeline lidia con un matrimonio en crisis y sus propias ambiciones, Celeste enfrenta la violencia doméstica y Jane lucha con un pasado traumático relacionado con su hijo. Este conjunto de personajes bien definidos y complejos es una de las grandes fortalezas de la serie, ya que permite a los espectadores identificarse y empatizar con sus respectivas luchas.
La dirección de Jean-Marc Vallée es magistral. A través de una cinematografía envolvente y una cuidadosa selección de música, Vallée logra crear una atmósfera de tensión y anticipación. La narrativa no lineal, que alterna entre el presente y los flashbacks, mantiene al espectador intrigado, mientras se desvela un misterio central: un asesinato ocurrido en una noche de trivia escolar. Este recurso narrativo no solo añade suspense, sino que también permite una exploración más profunda de los personajes y sus relaciones.
Las actuaciones son otro pilar fundamental de la serie. Reese Witherspoon brilla como la ambiciosa y a veces egoísta Madeline, mientras que Nicole Kidman ofrece una interpretación desgarradora como Celeste, cuya lucha contra el abuso es tanto conmovedora como inquietante. Shailene Woodley aporta una frescura y vulnerabilidad a su papel, convirtiendo a Jane en un personaje entrañable y real. El elenco de apoyo, que incluye a Laura Dern y Alexander Skarsgård, también ofrece actuaciones memorables que enriquecen la narrativa.
Sin embargo, "Big Little Lies" no es solo una historia de mujeres. La serie aborda temas universales como la maternidad, la amistad, la violencia y la búsqueda de la identidad en un mundo que a menudo presiona por la perfección. A través de su enfoque en la vida suburbana, se cuestionan las expectativas sociales y los roles de género, lo que la convierte en una reflexión relevante sobre la vida moderna.
A pesar de sus muchos aciertos, algunos críticos han señalado que la serie puede caer en clichés del drama televisivo, y que ciertos giros narrativos pueden sentirse predecibles. Sin embargo, la calidad de la producción y las actuaciones brillantes eclipsan estas debilidades.
En resumen, la primera temporada de "Big Little Lies" es una obra maestra que combina un guion sólido, actuaciones sobresalientes y una dirección envolvente. Es un recordatorio de que detrás de cada fachada de perfección puede haber historias trágicas, y que la lucha por la verdad personal es un viaje arduo pero necesario. Con su mezcla de drama, misterio y un fuerte enfoque en la feminidad, es una serie que deja una marca imborrable en el espectador y establece un alto estándar para el contenido televisivo contemporáneo.