Reseña y Crítica de "All Creatures Great and Small" (2020) - Temporada 2
La serie "All Creatures Great and Small", estrenada en 2020, ha logrado capturar la esencia de la vida rural inglesa, y su segunda temporada profundiza aún más en la calidez y el encanto que la caracterizan. Basada en las memorias de James Herriot, la serie sigue la vida de un joven veterinario en el Yorkshire de los años 30, y en esta nueva entrega, nos ofrece un vistazo más cercano a las complejidades de la vida personal y profesional de sus entrañables personajes.
Desde el primer episodio, queda claro que la segunda temporada mantiene el tono nostálgico y el ritmo pausado que enamoró a los espectadores en su debut. La cinematografía es, una vez más, uno de los puntos fuertes de la serie. Las vastas y verdes colinas del Yorkshire, junto con el ambiente rural, se presentan con tal belleza que se convierten casi en un personaje más. La atención al detalle en los escenarios y vestuarios transporta al espectador a una época donde la vida era más simple, pero no exenta de retos.
Los guionistas han logrado desarrollar las historias de los personajes de manera más profunda en esta temporada. James (interpretado por Nicholas Ralph) continúa su lucha por equilibrar su carrera y su vida amorosa con Helen (Rachel Shenton), quien también se enfrenta a sus propios desafíos. La química entre ambos actores es palpable y añade una capa de emoción a la narrativa. Además, la relación entre James y su mentor, Siegfried Farnon (Samuel West), se vuelve más compleja, revelando las inseguridades y la vulnerabilidad de ambos hombres.
Uno de los aspectos más destacados de esta temporada es el desarrollo de personajes secundarios que, aunque podrían haber sido fácilmente relegados a un segundo plano, reciben la atención que merecen. Mrs. Hall (Anna Madeley), la ama de llaves, se convierte en un pilar emocional, mostrando su propia lucha y resiliencia. La inclusión de historias sobre los animales y sus dueños sigue siendo un elemento central, recordándonos la conexión profunda que existe entre los humanos y sus mascotas, y cómo estas relaciones pueden ser tanto un refugio como una fuente de desafío.
Sin embargo, algunas críticas pueden señalar que, a veces, el ritmo de la serie puede sentirse lento, especialmente para aquellos acostumbrados a la narrativa más acelerada de muchas series contemporáneas. Sin embargo, esto puede ser visto como una decisión estilística que permite a los espectadores sumergirse en el mundo de Herriot y apreciar la belleza de la vida en el campo.
En conclusión, la segunda temporada de "All Creatures Great and Small" es una encantadora continuación de la historia que ya conquistó a los espectadores. Con su mezcla de humor, drama y ternura, la serie logra resonar en el corazón de quienes buscan una escapatoria a la vida moderna. Es un recordatorio de que, en medio de las dificultades, siempre hay espacio para la amistad, el amor y la alegría que nos brindan nuestros amigos peludos. Sin duda, esta temporada reafirma el lugar de la serie en el corazón de los aficionados a las historias entrañables y conmovedoras.
